En la época Reina Ana, las sillas y sillones tienen como características que las curvas dan notable esbeltez a la sillas, cuyo aspecto deja de ser tan macizo. Los respaldos son más cortos y se adaptan al cuerpo, lo que les da más comodidad.
Las sillas se pueden clasificar en rústicas y lujosas. Las primeras, tienen un aire familiar. Los asientos están tapizados. El contorno es sencillo. El respaldo posee un paño central, liso o con incrustaciones. Se usan las patas cabriolé, llamadas así porque su forma se parece a las patas de una cabra en posición de saltar.
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Las sillas lujosas eran anchas de asiento, el cual estaba tapizado con cuero, seda o terciopelo. Algunas tenían tapizado también el respaldo. Las patas no poseen travesaños. Estas sillas estaban muy adornadas en patas y respaldos con los motivos como conchas, hojas de acanto...
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